Tradicionalmente se ha vinculado el tema de la construcción de la paz con las personas adultas y con mayor nivel educativo. En muchas ocasiones esta mirada reduccionista de la paz, va en detrimento de la inclusión de un gran sector de la población que todos los días llevan a la práctica la tan sonada frase “construcción de una paz estable y duradera”: son las personas jóvenes, hombres y mujeres entre los 13 y 30 años de edad, quienes se han tomado muy en serio que no basta hablar de paz sino que hay que trabajar para conseguirla, como lo dijo alguna vez Eleanor Roosevelt una de las grandes activistas de los derechos humanos del siglo XX.
Las y los jóvenes son a quienes les quedarán las tareas para la consolidación de la paz. Además de poseer habilidades que pueden ser puestas al servicio de la construcción de la paz, al ser jóvenes pueden estar más dispuestos a aceptar la diferencia con el otro o la otra, a cambiar sus propios esquemas sobre el mundo y las costumbres, motivados por sus inquietudes sociales y políticas; una muestra de ello, es su participación activa en distintas acciones del Proyecto Mujeres Pactantes de Paz, desarrollado en Cauca y Putumayo.